La industria textil española superó la crisis económica gracias a la mejora del consumo de moda y al estímulo de los productos de lujo. El sector consiguió en el año 2015 por primera vez una cifra de negocio mayor a la de antes de la crisis, con un total de 28.488 millones. Aunque en los últimos cinco años han desaparecido la mitad de las empresas dedicadas a este sector.
Los españoles vuelven a gastar en moda tanto como antes: invierten 614 euros por persona, un gasto todavía lejano del de Reino Unido (1.466 euros) o Italia (1.044 euros), según un informe de EAE Business School. El principal motivo es el auge del "low cost" entre los consumidores del país, según afirma Carmen Poveda, directora de Análisis Económico de la Cámara de Comercio de Barcelona.
Aunque el repunte de la demanda no contribuye a aumentar la facturación de las textiles españolas porque también han aumentado las exportaciones. Poveda recalca que la industria textil catalana exporta "producto de mayor calidad, más caro", mientras que las prendas más básicas se importan de China, Bangladesh, Italia, Turquía y Marruecos.
Por otra parte, en España no se manufactura sino que se prioriza el diseño. Las líneas que resisten a la deslocalización son las que elaboran pequeñas producciones, con más agilidad para adaptarse a la demanda. Las firmas que han resistido a la crisis, además, son las que han invertido en innovación, asegura Poveda.
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